Casos de fracaso de franquicias en España II

Siguiendo con la serie que empezamos hace ya unos cuantos posts, seguimos analizando algunos supuestos de fracaso  en España ¿Por qué? Porque,  como comentamos con anterioridad, de los errores también se aprende. Es más, las trayectorias empresariales de empresas que fracasaron nos sirven de inspiración para diseñar nuestra propia estrategia empresarial.

Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender.

Charles Dickens

Dentro del libro La franquicia: tratado práctico y jurídico, del que con ocasión de la segunda edición publicamos un post hace unas semanas, se analizan con detalle una serie de casos en los que centrales franquiciadoras fracasaron en el mercado español.

Hoy vamos a abordar el segundo de ellos. Como siempre, estaremos encantados de que enriquezcáis este post con vuestras aportaciones.

Allá por la década de los ochenta era habitual encontrarse con una tienda de lanas en cada barrio. Muchas mujeres tenían entre sus hobbies tejer y la venta de ovillos era muy habitual. A esto se dedicaba precisamente la franquicia a la que estamos haciendo referencia. P* era una franquicia que se dedicaba prácticamente a la venta de ovillos y lanas.

¿Qué sucedió? La sociedad cambió. Las mujeres se incorporaron al trabajo. La mayoría ya no tenía tiempo para tejer y preferían comprar las prendas ya elaboradas. Esta actividad permaneció solamente viva entre abuelitas principalmente y unas pocas aficionadas al punto. La mayoría de las tiendas tuvo que cerrar.

¿Cuál hubiera sido la solución? DIVERSIFICAR. La clave estaba en contar  con una estrategia a medio y largo plazo que contase con este cambio en los hábitos y gustos del principal consumidor, las mujeres, y haber diseñado un nuevo modelo de negocio que se adaptase a ellos. Nuevos productos y nuevos servicios en consonancia con los tiempos que corrían hubieran sido lo que  necesitaba esa franquicia para seguir a flote.

Aunque  hoy en día es un negocio que sigue vigente y de plena actualidad ya que con la crisis hay un retorno a lo hand made y actividades como el punto se están poniendo de moda entre la gente joven, no cabe duda que la empresa atravesó un duro golpe del que a duras penas pudo recuperarse. Parece ser que ahora con esta última corriente de vuelta a lo artesanal su sector se vuelve a poner de moda. La pregunta es: ¿sabrán aprovechar este tirón comercial con una buena estrategia de negocio y expansión o volverán a reaccionar tarde?

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